Isidore Mugabonihera fue asesinado por el ejército burundés un día de octubre de 1965. A su familia se le prohibió guardar el luto, no lo pudieron enterrar, ni siquiera vieron su cuerpo. El hecho de no haber tocado este cuerpo, hizo aparecer una terrible duda: ¿Isidore estaba realmente muerto o no? Fueron necesarias muchas pesquisas y doce años para obtener una respuesta definitiva a esta pregunta.«He escrito esta Carta a Isidore, para colmar un vacío: hablar con él tanto como quisiera, porque esto me había sido prohibido. He querido contarle todo lo que pasó en Burundi durante estos doce años en que su suerte no había sido aún fijada definitivamente. He escrito porque quería dar testimonio del curso de mi vida después de la desaparición brutal de este ser querido. Espero que todos aquellos que vieron desaparecer trágicamente a los suyos en 1965, sin darles la menor explicación, puedan a su vez dar testimonio.»
Perpétue Nshimirimana nació en Bujumbura en febrero de 1961. Después de la escuela secundaria en el Lycée Clarté Notre Dame de Bujumbura, cursó sus estudios universitarios en Argel (Argelia) en el Institut National des Sciences de l'Information et de la Communication, donde obtuvo la licenciatura en periodismo. En 1984 vuelve a Burundi donde ejerce enseguida como periodista en la Radio y Televisión Nacional de Burundi. Entre otros cargos, ha sido miembro del Consejo Nacional de la Comunicación, miembro de la Comisión Nacional de Burundi por la UNESCO. Con los aires de la democratización de las instituciones que soplaron sobre Burundi, ella fue miembro de la Comisión Constitucional (1991-1992) y miembro de la Comisión Electoral Nacional (1993). Después de las elecciones democráticas, en junio de 1993, que llevaron al poder al presidente Melchior Ndadaye, Perpétue Nshimirimana fue nombrada embajadora, representante permanente de Burundi, en las oficinas de las Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales, en Ginebra.