Versos surgidos de la embriaguez amorosa que trasladan el alma a un estado de sereno gozo y plenitud. Pequeños esbozos de felicidad alcanzada con la entrega total hacia lo eterno y Divino. Cuando en velo de la irrealidad se rasga y surge de lo más profundo la luz de lo Eterno y la fragancia del infinito, el corazón alcanza tal estado de embriaguez que no puede más que alabar y anhelar la unión con lo Divino y eterno, con lo únicamente real y perdurable.