En la novela se desarrolla una fulgurante historia de amor. Comienza a bordo de un Crucero que navega en las aguas del océano Atlántico septentrional, y se entremezcla con otras numerosas aventuras y situaciones de zozobra y placer, las cuales se comparten durante el largo periplo transoceánico allende los mares. La incesante búsqueda de ese gran amor, auténtico y duradero, condiciona al protagonista a compartir una amplia serie de vivencias sentimentales, las cuales le estimulan a incrementar su hábito de esperanza.
También se expande en estas páginas el nombre de la ciudad de Lleida en las diferentes escalas y puertos donde la nave atraca y, recíprocamente, se aproximan a Lleida los elementos vitales más destacados de los continentes y países visistados. Asimismo, se interconexionan las relaciones internacionales, muy humanas, entre las personas que conviven en un barco de grandes dimensiones, más de 100 metros de slora y 11 Pontes sobre el nivel del mar, una auténtica ciudad flotante. De toda esa tangible realidad, buena parte de desarrolla alrededor del Camarote 4203.