Conmovida por la autenticidad, Clara Ramolino di Coll'Alto, cuyo pasado se cruza con el de los Bonaparte, siente la fuerza de la historia. Esta fuerza la lleva a buscar a la mujer sin nombre que la habita. Una búsqueda obsesiva de su propia identidad justificada por una exigencia de libertad y de verdad. Pero la palabra destino aún tiene sentido y un hombre llamado Flavio será el seductor mensajero. Sintiéndose libre y misteriosa como el viento, partirá hacia un viaje sin freno entre el tiempo y el espacio: desde su pueblo de Córcega, a la Toscana y a España. Es entonces cuando Clara encuentra en esta segunda vida lo mejor de ella misma: el amor de Dios, de los otros y de su tierra. La mujer sin nombre es la historia de un amor tumultuoso, una reflexión sobre el sentido de la vida y la condición humana, al mismo tiempo que rinde un homenaje al carácter y la identidad de las mujeres del Mediterráneo.
La infancia de la autora transcurrió en Córcega en un pequeño pueblo de nombre español llamado Tavera. La aportación cultural de la sociedad corsa tradicional condicionará su personalidad como mujer del Mediterráneo. Después de los hechos de mayo de 1968, su carrera como abogada en Ajaccio y en París la lleva a varias disquisiciones ideológicas y de sentimientos: por un lado, se identifica con la sociedad de Córcega, sociedad diferente, con identidad propia y, por otro, con su independencia de espíritu. Desde entonces, la problemática de la identidad de la isla dará un nuevo giro al desarrollo de su vida. La autora es también investigadora asociada al Instituto de Estudios Europeos de Barcelona. En abril del año 2000, publicó el ensayo La identitat corsa: una realitat dins Europa (Pagès editors).